La práctica tiene que ser un hecho o vamos acabar con el planeta, expresa Claudia Tovar
Claudia Tovar, Ingeniera electricista, es creadora de la marca de ropa sostenible Maluné, una venezolana radicada en Colombia, amante de la naturaleza, la cual fue su fuente de creatividad para la creación de su propio negocio textil de una manera consiente con el medio ambiente y con el empoderamiento femenino; es de tal manera que nace Maluné, cuyo concepto es fabricar prendas atemporales hechas con materiales reciclados como el PET, tereftalato de polietileno, y el algodón. Su meta a largo plazo es aportar desde su tienda para intentar frenar un poco el impacto que tiene la industria textil en el planeta.
Este proyecto tiene sede en Bogotá-Colombia, donde la mayoría de sus clientes son mujeres que buscan prendas diferentes, sin tallas que las definan en dónde no solo van a estar a la moda sino que van a poder aportar su granito de arena para ayudar a la sostenibilidad, a la vez que el apoyar a las artesanías colombianas, pues Maluné también trabaja con la Asociación de Costureros de Sopó, Cundinamarca para sacar una producción que, al no ser en masa, hace que todos los productos se caractericen por ser exclusivo y únicos en el mercado.
Claudia Tovar, además de ser la creadora de Maluné, también se encarga de diseñar y administrar la tienda, donde su abuela se dedica a elaborar el patronaje al igual que la muestra, luego de esto se pasa a un taller independiente en el que, junto con cuatro mujeres cabezas de familia, confeccionan las prendas para después comercializarlas.
Los consumidores colombianos siguen manteniendo muchos tabús sobre la ropa hecha con materiales reciclados o prendas de segunda mano, sin embargo, la acogida por parte de sus clientes ha sido increíble debido a que las personas se están empezando a preocupar por lo que compran, junto con todo el proceso que está detrás de su elaboración, es por esto que cada vez más individuos optan por iniciativas que apoyan lo nacional, ayudando a construir un mejor país.
Entre los productos más vendidos de su tienda se destacan dos, el saco lucere el cual es hecho de algodón reciclado y lentejuelas recuperadas, es decir que sobraron de algún otro proceso de fabricación, utilizándolas para crear prendas nuevas; la segunda es el kimono lunático, el cual está confeccionado con retazos.
Ella está segura que la sostenibilidad es el camino para poder avanzar hacia el futuro, es por eso por lo que invita a que los dueños de negocios de moda pequeños se unan a esta nueva práctica, que también incluye la economía circular, la cual consiste en fabricar, comprar, utilizar y/o donar, para que la ropa tenga una segunda vida y no termine en vertederos tan pronto.
Estos proyectos hasta ahora van adquiriendo popularidad en Colombia pero realmente tienen una gran importancia en el marco comercial, sobre todo para inspirar a seguir apoyando estas iniciativas, que claramente es un trabajo que debe ser realizado en conjunto entre consumidores y comerciantes.
Escrito por Natalia Chapetón