Diseñador colombiano promueve la voz de las comunidades afro por medio de su trabajo y proyecto de vida.
Cristian Baena Cera, incursionó en la industria de la moda con tan solo 22 años, su voz y visión sobre el mundo y las personas lo han llevado a protagonizar en grandes escenarios, convirtiéndose en la mente creativa de artículos relacionados con la moda para El Tiempo, entrevistas con Blue radio, incluso, Latinoamérica Fashion Summit realizó un artículo sobre su trayectoria. Parte del éxito del trabajo que ha desarrollado de manera constante por su pasión por las expresiones artísticas se basa en conocer el ser humano desde sus raíces y la cultura en su máxima expresión.
A pesar de ser criado en un ambiente donde la expresión artística y la industria de la moda no estaban dentro de las expectativas, desde su juventud se mantuvo cercano a las artes manuales y literarias; allí nació la necesidad de cumplir sus sueños, toma la decisión de irse a Buenos Aires-Argentina, para estudiar Producción y Estilismo de Moda, con énfasis en estilismo y bellas artes.
A su regreso a la ciudad de Bogotá su madre lo influencia a estudiar Contaduría Pública en la universidad Central, para posteriormente dedicarse a labores en el área bancaria, lo cual se dio durante dos años, pues a los veintidós años luego de identificarse en dicho campo, decide de presentar su renuncia y aventurarse en la industria de la moda, como estrategia, asistió a eventos de moda, además de escribir acerca de lo que veía.
Bahena, es el creador de “Diásporas Digitales”, proyecto que reúne fotografías de personajes de la cotidianidad, también modelos, todos ellos radicados en diferentes lugares del mundo, cuya característica consiste en tener historias por contar, expresando sentimientos, vivencias y/o anécdotas que enriquezcan el concepto «afrocolombiano».
La primera edición de “Expo negro” está compuesta por una editorial fotográfica de trece imágenes artísticas que crea diferentes universos que reúnen contextos sociales y teóricos. El mar fue su inspiración para crear el logo de “negro”, por la conexión que tiene con estas aguas.
La galería Nuance abre puertas al mundo digital lanzando como primera muestra la obra “negro”, el 20% de las ganancias serán donadas a la fundación ASISPA, liderada por mujeres del pacifico colombiano que buscan mantener tradiciones de la región, bien sea llevar el cabello al natural, vestimenta específica, formas de pintar y la representación de sus ancestros en el arte.
Todo surge en el año 2016, al darse cuenta que su estética y su forma de ser no representaba la tipología de una persona oriunda de la costa Colombiana, al no darle el valor a su cabello, a ser una persona negra, racializada, diáspora y además el hecho de ser gay en un contexto donde la homosexualidad aún es considerada un tabú, debido a esos temas comienza a tener un cuestionamiento interno.
A pesar de tener la libertad de poder vestirse y ser en la capital, el trabajo de artista en Colombia, el arte en este país es una rama que no es de las principales insignias, se da cuenta que su trabajo fotográfico no tiene un gran alcance, no se graba en la mente de muchos; es en ese momento cuando surge la idea de poder plasmar la vida de las personas en imágenes, empieza el proyecto “negro” con fotos muy bien hechas, personas muy exactas y con mezclas muy diversas.
Cristian comenta, “somos todos una mezcla sin importar qué tono de piel tengamos, Colombia es un país de mezcla” y en ese momento empieza a juntarse con activistas afro, trans, políticos, artistas, pedagogos, sociólogos, comienza a leer y a empaparse de todos los temas relacionados al ser humano, culturas y el afro.
A día de hoy, continúa su proceso para direccionar su trabajo hacia el activismo, para alzar la voz y expresar su incomodidad y así “representar lo que estamos viviendo como seres humanos” como el hecho de “ser un hombre gay, un hombre rea viviendo en la capital” no es impedimento alguno, no solo quiere enfocarse al mood board sino, ser un artista completo, nada ajeno a la investigación, tocado las fibras del ser humano y pudiendo contar historias del ser humano atreves de su trabajo.
Actualmente está en proceso de su tercera carrera profesional de periodismo, la cual cursa en el Politécnico Gran Colombiano y además está haciendo una maestría en la universidad Miguel de Cervantes de España en estudios culturales en moda, ya que siempre le ha interesado el tema de la cultura y la investigación social. Su trabajo desde el 2017 se ha volcado a la investigación de la Etno editorial y es donde entra al tema de las razas, de la diversidad y todo lo que conllevan sus variantes.
Cristian, comparte su emoción de ser partícipe del cambio de romper paradigmas en la moda, como el hecho de que solo pueden ser modelos los que miden más de 1.80 cm, delgados y blancos o que las personas trans y afro no pueden ser parte de la moda o incluso llegar a tener un lugar en esta gran industria, el desafío está en cambiar las perspectivas de las personas y ver la moda con otros ojos.
Tiene claro que la academia no es lo únicamente necesario para destacarse, que si bien brinda todas las herramientas y conocimiento necesarios, el artista se vuelve un experimental por naturaleza, se llena de conocimientos de sus experiencias, de su día a día, al tener contacto con los demás, al tratar de ser y convertirse en un “todo” volviendo la composición algo más social.
Expresa que su mayor logro es “ser consiente de quien soy y poderlo reflejar por medio de mi trabajo, poder mostrar y dar a conocer las diferentes expresiones afro que hay en Colombia como las influencias africanas e indígenas”.
Para poder construir su trabajo e imagen, uno de los retos es dejar crecer su cabello para mostrarlo tal cual es, poder transformar las percepciones mostrando que el ser humano es lo más importante y “la ropa es simplemente una arandela más pero no es el centro del universo en la moda”. La industria de la moda es hecha por y para seres humanos y no se puede separar de los sentimientos, valores y ética.
Su mayor reto ha sido la ola de críticas de personas que no están de acuerdo con su trabajo, además, de que no hay apertura para el arte y mucho menos para hablar de estos temas que por lo general se dejan de lado. Al momento de conseguir patrocinio para exhibir su obra se encuentra con un golpe de realidad, el cierre de las puertas de las empresas más importantes del país “lideradas por hombres blancos” a los cuales no les importaba escuchar historias que no hacen parte de su visión de negocio “enfrentarme a una realidad que no veía”, pero para estos golpes su frase célebre y con lo cual concluye es que “la cultura y la educación puede transformar percepciones y rescatar vidas” con esto sigue adelante y se levanta día a día.