Esta iniciativa implementa el reciclaje textil para aportar a la responsabilidad social de la industria
La ONG Clothe moda sostenible es el primer centro de reciclaje textil de Bogotá, con la misión de disminuir la contaminación del sector, apoya a comunidades vulnerables dando acompañamiento a empresas, instituciones educativas y ciudadanos. Camila Morentes, psicóloga en formación de la Escuela de Educación Transpersonal Española y gestora de esta fundación, en 2015 tomó una decisión que transformó su vida, crear un espacio donde todas las personas podrían comprar ropa de segunda, intercambiar y donar las prendas que ya no usaban.
Esta idea surgió a partir de toda la información que encontraba en internet donde mencionan del daño que causa esta industria al planeta, como lo hacen los textiles sintéticos que son elaborados con fracciones pesadas de petróleo, similares a los plásticos cuya descomposición es prolongada, tardando hasta 200 años; al contaminarse fácilmente con residuos orgánicos y químicos se vuelve una bomba de gas metano y CO2 que perdura en el tiempo de su descomposición, generando gases de efecto invernadero; además en promedio se usan 3.000 litros de agua para la elaboración de cada prenda. Por ello cuando se recicla se deja de contaminar suelos y no se desperdicia el agua.
“En los procesos de hilatura, tejeduría y tintorería hay impactos considerables por los químicos que se desechan, las emisiones de las máquinas que se utilizan y los residuos sólidos que quedan de la cadena productiva. Pero, además, en la confección de la ropa se producen toneladas de tela desaprovechada por los cortes siendo la segunda industria más contaminante del planeta después de la petrolera, un negocio consciente de su impacto en todas las etapas del proceso (Vogt, 2018)” .
Camila comenta que entre los principales objetivos de su organización se encuentran el reciclaje para empresas desde uniformes, dotaciones, ropa de cama, entre otros, también apoyan a fundaciones y comunidades de todo el país por medio del envío de prendas en buen estado; asimismo acompañan a universidades y colegios en el programa de reciclaje de ropa para sus estudiantes; y por último tiene un punto de reciclaje para ciudadanos que es el showroom de la fundación, allí se pueden intercambiar, comprar y donar prendas.
Para Camila “la prenda más barata, le cuesta caro al medio ambiente” porque una prenda comprada al día podría ser la primera de miles en la basura. Debido a esto, ella busca alternativas para convertir en un ciclo más extenso el periodo de vida útil de una pieza textil a través del trueque, reforma o reasignación, con esto busca combatir y mitigar la crisis ambiental, por medio de estas posibilidades tanto amigables, como sostenibles con el ambiente y el usuario.
Morantes comenta que estas acciones son parte de una iniciativa de comercio justo, que busca promover patrones productivos y comerciales responsables, donde alrededor de los seres humanos gire la sostenibilidad social, económica, así como también la ambiental; dignificando el trabajo, respetando y fomentando el cuidado de nuestro entorno. La alternativa para reducir este impacto se ve reflejado en diversas aplicaciones donde se venden prendas usadas o a través de la customización, dándole una nueva apariencia a las prendas de vestir.
Entre sus programas bandera, se encuentra el de Cero Contaminación Textil, dirigido a empresas como Crepes & Waffles, instituciones educativas y fundaciones. Su principal objetivo es bajar radicalmente la contaminación textil, reciclar a través de nosotros, dándole una segunda vida a cada prenda, este programa se hace de dos formas: la primera con el reciclaje de dotaciones; la segunda a través de un punto de recolección para empleados.
Su selección y disposición en textiles se distribuye según el nivel de cuidado, cuando está en excelente estado se expone en la fundación para venta, en buen estado se envía a comunidades o fundaciones que hayan requerido este tipo de prenda, en mal estado se transforma en bolsas de tela, tulas y más productos según el material, con el fin de prolongar su ciclo de vida y si están en muy mal estado, se envían a incineración.
Camila comenta que dentro de las proyecciones para su organización, está reciclar 50 toneladas mensuales de textiles y a mediano plazo el de convertir a Bogotá en la primera ciudad que recicle el 100% de su textil en el mundo. Actualmente están reciclando tres toneladas al mes provenientes de empresas y ciudadanos, esto equivale a la reducción de 37.770 kilos de Co2 correspondiente a 1’920.000 árboles, absorbiendo CO2 en 1 día.
Redactado Por: Yina Martínez Zapata y María Antonia Palomino Poveda