Esta diseñadora industrial utiliza las técnicas ancestrales y la innovación de la industria del tejido de punto, para la creación sostenible de prendas exclusivas.
Laura Áñez es la fundadora de la marca que lleva su mismo nombre, quien realizó estudios de Diseño Industrial en la Universidad de los Andes con énfasis en diseño textil; donde enfocó su interés profesional en el trabajo manual de las artesanías textiles, con el tiempo y gracias a sus estudios en el exterior, logra fusionar sus ideas y decide crear su empresa, en la que no solo busca compartir tradición, sino también ofrecer productos atemporales con óptima calidad, garantizando su permanencia en el tiempo.
En sus inicios empezó trabajando en una empresa colombiana que confecciona maletines y ropa, fue ahí donde entendió el término Fast Fashion, moda rápida, de las grandes casas de diseño, pues en su producción pudo darse cuenta que casi el 90% de los materiales eran importados desde China, la gran mayoría eran fruto de fibras sintéticas y cuantiosas producciones, de las cuales se genera un importante impacto negativo en el ambiente.
En el 2013, Laura Áñez decidió mudarse a Montreal para estudiar en la escuela Centro Textil Contemporáneo, donde aprendió novedosas tácticas en tejido plano y tejido de punto, con una técnica que no era reconocida en Colombia. “Yo había aprendido acá en Colombia que es una técnica tradicional del continente, pero cuando empecé a trabajar el tejido de punto me encanto las posibilidades infinitas de creación que tiene, la inmediatez de los diseños y que estaba la posibilidad de no generar residuos”, expresa Laura al contar acerca de sus primeros encuentros con la innovación textil.
Esta diseñadora comenzó su producción, al tener un taller en la casa que consistía experimentar y trabajar con las fibras para sacar algunos productos, posteriormente empezó su participación en las principales ferias de moda del país, exhibiendo productos que tuvieron gran acogida por sus asistentes.
‘Laura Áñez Textiles’ fue fundada en el 2014, gracias al anhelo de trabajar nuevas técnicas con fibras naturales colombianas, creadas a partir de materiales como lana y seda, sin embargo, se ha demostrado que la lana genera comezón, lo cual sacó de la zona de confort a esta diseñadora, que emprendió la búsqueda en Sudamérica de una materia prima alterna, la cual encuentra gracias a una alianza con proveedores campesinos bolivianos. Ahí conoció la tradición de la alpaca, un material milenario con excelentes propiedades que hace combinaciones de Bomber, un algodón orgánico, en compañía de la industria de campesinos del Cauca llamada Corseda, la corporación también fabrica el hilo de seda colombiano poco reconocido en el país.
La marca empezó a estructurarse persiguiendo el objetivo de tener diseños únicos en tejido de punto, creando un nicho de mercado amplio y estandarizado en el que la marca no se uniforma con el resto, sino que se diferencia por su estilo único, a través del gusto artesanal, siendo en igual medida funcional, libre y versátil. Los diseños son elaborados por computadores que tienen un proceso de creación manual, llevado a cabo en un software que lee imanes que generan los códigos para formar las prendas.
Uno de los objetivos es que sus prendas duren alrededor de 20 años, dejando a un lado las tendencias, ofreciendo un producto de calidad, funcional y atemporal; inspirándose en la naturaleza, las texturas y el enfoque de los gráficos del diseño. Su creación empieza con base a las plantas colombianas: la orquídea, el frailejón y la heliconia que son elementos principales de la flora nacional.
Por otra parte, surge el tema de la relación con los clientes, ya que se ha planteado la idea de tener un punto de venta, sin embargo la creadora de la marca afirma que “es difícil encontrar aquí en Colombia porque me he dado cuenta que las tiendas quieren impulsar el diseñador con la condición de quedarse con la mitad de la producción final”. Si bien, no ha dejado de ser un propósito personal, para Laura, el hecho de no tener afán de llegar al éxito se convierte en un proceso que se vive y requiere tiempo.
En general el producto ha sido bien recibido en la industria por la funcionalidad de las prendas y los materiales que son fruto de un proceso minucioso en su creación, lo que conlleva a que su costo sea estándar en el mercado y puedan competir con un producto de buena calidad, “de esta manera mis clientes son sensibles a la historia y la intención del producto, conociendo la importancia del trabajo en las prendas y los materiales” Esto hace parte de educar al cliente hacia un consumo más responsable comenta la diseñadora, acerca de la influencia de una prenda sobre un comportamiento, pues guiándonos hacia un consumo en donde se valore más todo que hay detrás y no solo el precio.
Laura Áñez además hace una crítica al ejercicio de la industria nacional, ya que para ella “en Colombia es muy común ver en los eventos de moda a los mismos diseñadores y espectadores de siempre, pero eso causa que no haya innovación en materiales” lo que obliga a que esta industria se vea en la obligación de mirar nuevas alternativas, buscando nuevas dinámicas de producción, consumo e incluso una comunicación diferente con el cliente.
A este punto es importante recalcar, que el mercado colombiano se está despertando al integrar cosas diferentes para un mercado más amplio, motivando a la gente a centrar la atención en diseñadores colombianos, un ejemplo de esto es el caso de Vistete De Colombia, una organización que visibiliza y promueve el talento del campo de la moda, esta iniciativa ha funcionado para que las personas inviertan en la ropa de calidad, con propuestas variadas en tendencia, apoyando las empresas y marcas locales, como una respuesta a la crisis económica.
Con todo el marco de la pandemia y el confinamiento que ha afectado el comercio a nivel nacional e internacional, por fortuna para Laura Áñez Textiles, esta circunstancia ha ayudado a que se exhiba un panorama más diverso para los diseñadores colombianos alternativos, permitiendo que la industria tenga un alcance significativo. Por ejemplo, esta marca se ha acostumbrado a enseñarle al cliente que el producto puede ser costoso pero su relevancia recae en el origen de los materiales, la calidad y en su caso, los excelentes acabados que terminan siendo una buena respuesta a toda esta crisis sanitaria.
Laura Áñez Textiles se ha posicionado a nivel nacional e internacional gracias a su arduo trabajo en equipo, el cual ha permitido que mujeres artesanas puedan trabajar en la industria de manera responsable con los mejores respaldos y apoyos de la marca. Actualmente, en convenio con la página de pagos Discrepante.com, un sitio web que permite la construcción de un comercio más humano y sostenible, se pueden encontrar en esta plataforma los productos que esta diseñadora ha creado a lo largo de toda su carrera profesional, promoviendo un consumo consciente, exclusivo y de calidad para todos los clientes.
Actualmente se pueden encontrar más información en www.lauranez.com, por discrepante.com/laura-anez-textiles y en redes sociales como @textileslauraanez , donde las personas pueden encontrar prendas abrigadas, divertidas y funcionales.