“Nosotros reflejamos una cultura que habla por si sola, la cual tiene un talento fuera de este mundo, hoy y siempre honramos a los artesanos de Colombia que hacen arte con las manos”
Joaquina Castillo nació en Manhattan – New York a fines de la década de 1960, de padres galeristas y curadores de arte que le inculcaron el amor por las artes a una edad temprana. Se caracteriza por ser una mujer con múltiple nacionalidad pues su padre José Guillermo Castillo nació en Venezuela y su madre Ana María Neumayer proviene de Austrohúngaro.
Rodeada de todo ese conocimiento en el arte Joaquina junto a su hermana Camila Castillo, quien hoy en día es reconocida en el mundo de la moda con su marca Camila X Castillo, se inclinaron por estudiar diseño gráfico en el prestigioso Instituto Newman de Caracas, Venezuela. Poco después de terminar sus estudios esta neoyorkina inició una línea de bolsos de cuero hechos a mano en Caracas, con suficiente éxito para exhibir en prestigiosas ferias internacionales y vender en tiendas minoristas de Estados Unidos y Europa.
En el 2001, Joaquina se mudó a Estados Unidos donde se tomó un tiempo para formar una familia junto a su esposo Pablo Barrios con quien tuvo tres hijos, dedicándose a la industria del ecuestre, al entrenamiento y venta de caballos. Varios años después decidió reiniciar su negocio de diseño y producción, no sin antes mudarse nuevamente a Sudamérica, donde se reencuentra con sus raíces y la querida cultura latina, que permitió que todo “despertara”.
Esta vez su elección para vivir fue Colombia, donde se deleitó con el increíble trabajo de los artesanos y con la gran diversidad de asombrosas materias primas, entendiendo también lo importante que era para la cultura colombiana preservar sus tradiciones y creatividad, notando la posibilidad de brindar a las tribus indígenas una producción permanente.
Por lo que creó su marca Joaquina Cayetana, una línea de bolsos meticulosamente elaborados a mano, donde se combinan cueros de alta calidad con gasas únicas tejidas a mano por la comunidad indígena Wayuu de Colombia. Cada producto es cortado a mano en patrones perfectamente proporcionados, que se perforan manualmente con agujeros simétricos que servirán de camino para coser minuciosamente puntadas sencillas y cruzadas a mano, con hilos encerados de diferentes tonos y que poseen una gran durabilidad y resistencia, convirtiéndose en las piezas únicas y atemporales que se identifican por sus combinaciones de colores sobresalientes, texturas atractivas y usos funcionales.
Las gasas que son utilizadas en sus bolsos son encargadas directamente por la tribu Wayuu, donde tiene varios supresores ya que existen diferentes centros de producción, pero todos son de la misma zona de la Guajira. Joaquina usa varios tipos de gasas, pero por lo general emplea las de nudos grandes y gruesos o también las de telar que se caracterizan por ser más delgadas y de nudo más menudo.
“La elaboración de dichas gasas es completamente a la voluntad y disposición de los indígenas, es decir, son ellos quienes realizan las combinaciones de colores y figuras que se tejen en las gasas, de manera de que eso es un proceso netamente autóctono y sin alienación alguna de mi parte”, comenta Joaquina.
Luego de recibir las gasas en su taller ubicado en chía (municipio del departamento de Cundinamarca), son seleccionadas por colores y tamaños para que así Joaquina pueda proceder a la compra de los cueros respectivos, dando así una mayor eficiencia a la hora de combinar el telar y la fibra, generando una perfecta armonía entre ellos. Los cueros que la marca utiliza provienen en su mayor parte de Colombia y algunos de Argentina, “Cada color, cada Bordado, cada tejido tiene su propósito para estar ahí. Creemos en que los detalles hacen y marcan la diferencia ya que cuando hay amor y pasión por lo que uno hace, los resultados son alucinantes», resalta Joaquina.
Esta marca se restableció durante la cuarentena en plena crisis sanitaria, por lo que el proceso de la creación y producción de los artículos fue más difícil ya que en la compra de los insumos se realizó por medio de fotos y video llamadas, con la incertidumbre de que estos fueran lo que ella buscaba.
Existen dos personas a cargo del departamento de corte inicial y pegado, son ambos hombres de la costa colombiana que viven en Chía (Luis y Johan); Las costureras son dos muchachas de Chía (Natalia y Diana) que proceden a sentarse a coser a mano en un área muy tranquila y cómoda del taller, ellas se demoran cada una aproximadamente entre 4 y 6 horas en coser cada cartera dependiendo del modelo.
La marca cuenta con dos valores agregados, el principal son las gasas elaboradas por los indígenas, los cuales para muchos son unas simples rayas con uno que otro patrón, pero para Joaquina es una cultura llena de vida y talento; por otro lado, está la exclusividad ya que cada cartera lleva un proceso individual y además cuenta con el servicio de personalización de producto.
Los productos de Joaquina Cayetana los pueden encontrar en su Instagram @joaquinacayetanaofficial y en su página web www.joaquinacayetana.com.
Escrito por Laura Lorena Noguera Bohórquez y Valeria Jiménez Castañeda