Vanguardia y comodidad, así se define la marca amiga del ecosistema
Nuestro planeta se encuentra en un punto crucial de transformación, donde el cuidado del ecosistema necesita más que nunca la intervención del ser humano para su conservación, a raíz de esto en Colombia nace una marca, que tiene como objetivo claro el cuidado del medio ambiente y de hacer un mejor uso de los elementos que nos rodean, generando conciencia en la sociedad a partir de diseños y productos que nos permitan apreciar su incomparable belleza.
LOTUZ es una marca colombiana que nace con una inspiración clara, se arriesga y le da una segunda oportunidad a aquellos materiales que han sido rechazados por su deterioro, antigüedad o desuso a través del tiempo; agregando un toque de autenticidad, practicidad y elegancia para crear accesorios y prendas con diseños emergentes, los cuales representan el valor que la marca le otorga a la naturaleza y a su encanto incomparable.
Es una marca con responsabilidad ecológica que busca generar conciencia por medio de sus diseños y conceptos, preservando la vida por medio del Upcycling, también conocido como supra-reciclaje, demostrando que sí se puede trabajar en el campo de la moda de manera ética y ecológica.
Yadira Murillo Blanco, una de las fundadoras de la marca, siempre ha admirado a los grandes empresarios y la capacidad que tienen para arriesgarse, ejecutar proyectos, ser exitosos y sentirse satisfechos con lo que son capaces de hacer. Desde pequeña, se ha interesado en desarrollar innumerables ideas, sin embargo, al no tener buenas alianzas los proyectos no han dado fruto.
De acuerdo a ella, lo más difícil de emprender es persistir y mantener el compromiso intacto con el proyecto. Al principio, y durante un buen tiempo, no lograba obtener resultados económicos, mas con paciencia, constancia, y confianza, es posible ver reflejado el esfuerzo y sacrificios. “Uno aprende que las cosas no son tan difíciles como realmente parecen, hay que saber por dónde orientarse, por donde llegar, como hacerlo. Lo mejor es aprender cada cosa, cada detalle en el taller, en especial con las personas que son operarias y a darse cuenta que el arriesgarse por un sueño, te lleva a complementar tus habilidades tanto personales como profesionales; te das cuenta realmente que la teoría es muy importante, pero el hacer bien las cosas lo es mucho más”, expresa Yadira.
Hasta ahora la mayor dificultad que ha tenido es conseguir una buena producción de calidad, controlarla y cumplir con los tiempos. Además, en cuanto a la técnica que ella quiere manejar con la ropa usada, en Colombia la búsqueda del material es difícil, retrasando el proceso.
¿Cómo decidieron unirse para crear la marca?
Realmente nace de mi idea de trabajo de grado que hice con la Facultad de Mercadeo. Después de 6 meses, le comenté a una compañera de carrera que me llamaba mucho la atención los proyectos y el emprendimiento; entre charlas surgió lo que ambas veíamos para el futuro. Al avanzar en el proyecto de grado, le dije que me gustaría hacerlo realidad y que estaba hablando con otra chica de otro país que sabía sobre el tema de moda sostenible; después de esto empezamos a tener reuniones y a dividirnos tareas. Tiempo después conocimos a una diseñadora de moda y con ella empezamos a trabajar la parte de estética y diseño del producto, desde entonces nos hemos entendido muy bien, a todas nos gusta mucho la idea, nos hemos comprometido y tenemos un objetivo en común que es ver nuestro producto en tiendas reconocidas.
¿Tuvieron miedo de empezar?
No, realmente creo que el miedo no se siente al principio, cuando uno está empezando a planear un proyecto empresarial está lleno de pasión y energía, y no sabe lo que viene, lo que hay que superar y los retos que llegan. Entonces no, tengo total seguridad de que al principio no da miedo porque es en la etapa donde hay más energía e ilusiones.
Yo creo que esto se genera cuando el producto ya esté en el mercado, y ni eso, porque si uno cree totalmente en lo de uno, en lo que está haciendo bien, en que será un gran proyecto, no creo que debería existir el miedo.
¿Fue suficiente lo que aprendieron en la universidad para empezar?
Sí, realmente sí, fueron muy buenas bases teóricas y más cuando tú eres profesional en negocios internacionales y en mercadeo, pero la teoría no se aplica totalmente, o no es que no se aplique, pero lo que uno plantea solo con investigación, sin involucrarse en la práctica, es difícil ejecutarlo tal cual, entonces la mejor manera es estudiar, tener bases teóricas de la universidad, muy fuertes pero que a su vez se esté haciendo en la vida real.
Además creo que eso también va en uno, en cómo uno se proyecta, actualmente los conocimientos son muy accesibles por la era digital en la que vivimos, entonces tenemos muchos conocimientos en cuanto a temas financieros y el cómo hacer las cosas; solo es saber investigar y aplicarlo, pero también es saber moverse en la vida real, en Colombia hay entidades que ofrecen servicios de orientación; ya depende de las ganas de aprender y conocer más allá.
¿Cómo ves a Lotuz en un futuro?
Con diferentes líneas de productos funcionales, auténticos, innovadores, siendo la diferencia y marcando tendencia, asequibles a un gran mercado objetivo, teniendo también otros países por medio de plataformas e-commerce y por medio de página y sitio web propio, muy a largo plazo con tiendas propias; haciendo negocios en américa latina, américa del norte y Europa, que son los que están más avanzados en este tema, en especial España.
Actualmente Yadira está en proceso de construcción de la marca y en busca de alianzas con tiendas alternativas, con el fin de incluir sus productos en ellas para ampliar la distribución, y así obtener más ventas.
Por: María Victoria Ramos, Daniela Ramírez, María José Obando, Paula Buritica y Danna Novoa