Transportando la influencia del street art a una prenda de vestir

Fotografía de Nikoll Castellanos

No es posible definir este arte como callejero, su naturaleza dinámica lo vuelve imposible de delimitar; está inspirado en un entorno urbano donde hay múltiples culturas e ideologías con matices anticapitalistas y rebeldes


El arte callejero o Street art hace referencia al ingenio callejero que se creado años atrás, la fecha exacta no es clara, algunos argumentan que es tan viejo como la humanidad misma, mediante varias técnicas se crea el arte visual en lugares públicos, fuera del contexto en el que generalmente se expone el arte, buscando sorprender al espectador, transmitiendo mensajes de reflexión mediante el carácter lúdico y la ironía haciendo una crítica política y social.

Fotografía de Nikoll Castellanos

Este arte ha surgido alrededor del mundo, uno de los primeros personajes importantes fue Joseph Kyselak, un funcionario austriaco, escritor de viajes que se hizo famoso por su hábito de etiquetar su nombre en lugares prominentes durante sus caminatas, utilizando las calles como un lienzo por el imperio austriaco, él es considerado el abuelo del graffiti moderno a principios del siglo XIX.

Por su parte, los vagabundos de Inglaterra y Estados Unidos se comunicaban por medio de signos que ilustraban en los muros de las calles, dándole el nombre de “boxcar”, aproximadamente en 1890 y continúa hasta hoy, siendo cada vez más novedoso y expresivo. El carácter rebelde del arte urbano ha sido causado por las políticas revolucionarias europeas, las cuales a menudo utilizaban el esténcil para comunicar propaganda. El artista francés Bleck Lerat, pionero del grafiti y un gran influenciador por su técnica “pochoir” plasmando en las calles parisinas sus obras desde 1983, declaró en sus memorias que su trabajo fue influenciado por las plantillas que utilizaba el dictador Benito Mussolini para difundir su ideología fascista en Italia.

Este arte fue esténcil también para los movimientos antifascistas, como el grupo de resistencia Rosa Blanca en Alemania y el Movimiento Estudiantil Mayo de 1968 en Francia. Debido al anonimato que tenía causa de la prohibición de grafitear en espacios públicos contribuyó a su creciente popularidad.

Este ingenio se consolidó en la década de 1960, estando ya afianzado con sus respectivas etiquetas, esténciles, carteles y murales que definían el tono de lo que sería una de las revoluciones artísticas más grandes de finales del siglo XX, durante las dos décadas consecutivas la corriente evolucionó hasta llegar a la lógica del arte, con la identidad de espacios públicos; en los años 90 este arte fue llamado Street art dándole nombre al arte urbano o callejero. No es posible definir este arte como callejero, debido a su naturaleza dinámica, lo hace imposible de delimitar, pues está inspirado en un entorno urbano donde hay múltiples culturas e ideologías con matices anticapitalistas y rebeldes, abarcando diversos temas que no se puede unificar en un propósito, sino en la libre expresión.

Fotografía de Andrés Velandia

El Street art es representado por Andrés Velandia, un emprendedor bogotano de 32 años que comparte su historia de cómo este arte influenció su vida laboral y personal. Desde hace 15 años práctica el ingenio del grafiti marcado por el hip hop, los videos de rap y los grupos que lo incentivaban a hacer parte de este estilo de vida; también las revistas eran inspiración para cultivar el arte que lo invadía por sus venas, por ello su forma de vestir cambia, el concepto que refleja es diferente, luce ropa de tiendas que comercializan prendas importadas con una pincelada de este movimiento artístico, trayendo este nuevo arte, en consecuencia de la poca información que se hallaba en el momento, sobre este llamado movimiento de hip hop lleva a Andrés a tomar referencias de revistas, videos y pinturas salpicadas de color como inspiración para la creación de lienzos en los murales de las calles de la ciudad.

Andrés afirma que los aerosoles son costosos, por consecuente a sus 18 años de edad, tenía que buscar cómo hacer dinero para continuar con su gran pasión, no contaba con los suficientes recursos económicos, por lo tanto trabajaba en algunas marcas como ilustrador de grafitis y cobraba por ello demostrando su gran talento, el poder del grafiti fue creciendo cada vez más, curiosamente se tropezó con un colega llamado Julián Gamez, profesional en finanzas y comercio internacional. Estas dos mentes curiosas y artísticas se juntaron con la intensión de crear una empresa dando a conocer sus destrezas, desde conocimientos de este arte transportándolo a la ropa y creando grafitis llenos de color para cada una de las prendas que elaboran. Julian cumple con el papel muy importante se encarga de los asuntos financieros de la marca, asimismo tiene gran habilidad en sus manos.

El nombre que quisieron darle a su marca tuvo como objetivo omitir la información de quien la fundó, dado que las personas que pertenecían a esta corriente eran bastante envidiosas, en efecto, decidieron buscar un nombre global con fuerza, así fue como le dieron el nombre de “This is Hardkore” que significa “esto es fuerte” en inglés, cambiando la “c” por la “k” lo que representa algo contracultural y al movimiento del hip hop que es algo revolucionario, decidieron modificar el target, el cual era muy grafitero ampliándolo hacia el Rap, adicionalmente, vino la idea de crear colecciones y diseños basados en el grafiti para todos aquellos interesados de ser parte de esta corriente, como DJ´S, cantantes de rap y breakers. Todos los cambios fueron fructíferos, haciendo que emergiera un nuevo nicho de mercado, influenciado por el rap.

Fotografía de Andrés Velandia

La marca ha evolucionado, no solo en lo correspondiente al concepto de sus creadores, sino lo que hay detrás de este movimiento, ellos experimentaron en temas como la producción de prendas, los procesos textiles, la manufactura, los patrones, teniendo en cuenta que era un mercado distinto al convencional, donde todas las prendas tenían que ser “loose garments” lo que traduce prendas sueltas, gracias a esto lograron gran aceptación y ser reconocidos. Se acreditaron patrocinando a varios artistas como los Alcolirykoz, Ali A.K.A. Mind, No Rules, Nicolai Fella, grupos a los que “This is Hardkore” apoya en sus eventos.

La tienda está ubicada en Bogotá en el barrio Galerías, donde exhiben todas sus colecciones convirtiéndose en un epicentro del hip hop, los artistas llegan allí con el fin de hacer las firmas de sus autógrafos, vender sus discos, mientras que This is Hardkore vende sus aerosoles y boletería para eventos, esto ha arrojado buenos resultados. Ellos quieren que se mantenga en esa sintonía, mejorando y avanzando hacia nuevos proyectos. La marca ha tenido una cara líder y positiva para ellos en este movimiento, pues los precios son asequibles, para que todos tengan la posibilidad de adquirir sus productos, debido a que este movimiento surge principalmente en clases trabajadoras y obreras.

Andrés y Julián tienen un objetivo claro con la marca “This is Hardkore” es mantener el estilo urbano sin desenfocarse, ellos saben que pueden llegar muchas propuestas de cambio para su proyecto, sin modificar su nicho de mercado, quieren que este movimiento surja y su marca sea la número uno en el Street art como marca de ropa. Su deseo es apoyar al mercado colombiano, la manufactura, los diseños, los procesos químicos y las ideas creativas que aportan a la marca es 100% realizada en el país, generando empleo a madres cabeza de familia y promoviendo a los artistas colombianos.

​Los eventos a los que han asistido son significativos, como Hip Hop al parque, un festival distrital que se realiza cada año en el Parque del Simón Bolívar, el cual reúne grandes exponentes de esta cultura colombiana y donde se presentan artistas tanto nacionales como internacionales, asisten alrededor de 50.000 personas en los dos días del evento.

Esta marca hace tours por Europa donde obtienen un mapa por ciudad, ilustra en cada uno de ellos un grafiti, hacen un registro de los países a los que fueron vinculando su marca en diferentes partes del mundo, hacen tomas de fotografías a sus prendas y crean un registro, en su local. Además, organizan exposiciones de arte sacando nuevos productos, exhibiendo grafitis de colegas y obras curiosas creadas por el ingenio de autores bogotanos, llamando la atención del público a hacer parte de ello, puesto que aún es visto con escepticismo, pero lo que no saben es que es un movimiento cultural donde cada persona sin importar su género, nacionalidad, raza o estrato a través de ilustraciones pueden expresarse libremente, sin miedo a que la sociedad los juzgue por la ideología ocultando su identidad.

La circulación del arte callejero no tiene un concepto claro, pues se expresa por medio de pinceladas que trascienden a un concepto diferente de lo que se puede percibir, llevándolo a una prenda de vestir, que expresa lo que quiere decir, lo que brota por un gusto profundamente apasionante e inevitablemente artístico.

Redactado por: Nikoll Castellanos